jueves, 4 de junio de 2009

PERMITIDME LA IRONÍA

Las últimas intervenciones de Rajoy y el resto de representantes del PP valenciano, en mítines y entrevistas, me hacen reafirmarme en mi convicción del buen trabajo realizado por la izquierda de este pais desde la transición. Antes de las reformas legales llevadas a cabo por Felipe González y desde hace unos años por Zapatero, hubiera sido impensable que personas del mismo sexo se declaran públicamente su amor. Gracias a ellos, y a tod@s las y los que venimos luchando por el reconocimiento de los derechos civiles por encima de la moral de cada uno/a, esta campaña europea se ha llenado de amor. Rajoy quiere a Camps, Camps quiere al bigotes, y Camps adora a todos/as los valencianos/as.

Es más, yo para estar así, me casaba, porque les recuerdo (como hizo Alfonso Guerra ayer) que también tienen derecho a hacerlo, no gracias a Dios precisamente, sino a los gobiernos de izquierda que han tenido la valentia de legislar para todos/as.

Es más, si luego se dan cuenta que se equivocaron en su elección, o que su pareja sólo les quería por interés, podrán divorciarse. Y si la pasión les ofusca y se quedan preñados sin quererlo, podrán abortar, sin necesidad de que sus padres, ¡tan de derechas ellos y ellas! estén de acuerdo.

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